viernes, 27 de junio de 2008

La luna se nos va

La Luna se aleja de la tierra un promedio de 4 cm. por año. Como resultado, en un futuro más o menos distante, no existirán los eclipses totales de sol, sólo los anulares. Las mareas disminuirán su amplitud, y la velocidad de giro de la tierra aumentará, haciendo los días más cortos.
Comenta Edoss "... asi la luna se vaya mas alla de los limites del sistema solar, la duracion de los dias no se vera afectada por este hecho, por la simple razon de que la fuerza que une a esta con la tierra es gravitatoria, por lo que se puede considerar aplicada en el centro de masas de la tierra, por lo que no tiene ninguna incidencia en la valocidad de rotacion".
Sin ánimo de confrontar con Edoss, ya que estoy guardando toda mi energía para el Dato del día martes, que según la programación que nos pasó Podeti estará relacionado a "la naturaleza humana", sólo aclararé que las mareas se producen por la acción gravitatoria, fundamentalmente del Sol y la Luna. De hecho, si bien la masa del Sol es enorme comparada con la de la Luna, la cercanía de esta última hace que su efecto sea el más notable.
Según ha sido demostrado científicamente, el movimiento de estas grandes masas de agua en el planeta produce un efecto de desaceleración de su movimiento de rotación. Ante la hipotética desaparición de la Luna, las amplitudes de marea disminuirían drásticamente, con lo cual la Tierra giraría sobre su eje cada vez más rápido, hasta encontrar un nuevo equilibrio.
De todas maneras, hay mucha bibliografía al respecto, así que no vale la pena seguir por este medio.
Lo que sí quisiera asociarme, es a la brillante deducción de Pulenta: "Y por que no, la Tierra se aleja de la Luna, eh? Por que? POR QUÉ!!".
En realidad, todo depende de donde ubiquemos el Origen del sistema de coordenadas que estemos utilizando. Si utilizamos (como muchas veces se hace) un sistema de coordenadas geocéntrico, es la Luna la que se aleja de la Tierra. Pero en un sistema selenocéntrico, sería la Tierra la que se aleja.
Pero ea, vamos, no son estos temas como para empezar un fin de semana, más tomando en cuenta que se avecinan cambios en esta situación que se viene desarrollando hace meses, de la cual, en muchos casos somos mudos testigos. Una lucha que enfrenta a porteños e interiorenses. Una puja que tiene a todos los participantes crispados, dispuestos a ganar si o si, estando siempre cerca la posibilidad de llegar a las manos. Una circunstancia que definirá si las cosas siguen como hasta ahora, o se produce el cambio. Me refiero, por supuesto, a la final por el ascenso/descenso entre Rácing de Avellaneda y Belgrano de Córdoba.
Que gane el mejor.