miércoles, 26 de marzo de 2008
Anoche estuve viendo televisión hasta tarde. Y de repente, empezaron los disturbios.
No sé por qué, vino a mi mente lo que nos decía nuestro profesor de Educación Cívica: "El valor de una persona, no se mide por sus amigos, sinó por sus enemigos.
Es decir, si fuiste amigo de Mahatma Gandhi, o apoyabas a la Madre Teresa, no dice mucho sobre vos.
Pero si hubieras sido enemigo declarado de Calígula, o del almirante Massera, entonces sí podemos conocer algo acerca de tu carácter".
Con estos pensamientos, me distraje, y cuando volví a prestar atención al televisor, los disturbios ya habían terminado. El árbitro suspendió el partido por "falta de garantías", y seguramente se continuará más adelante, a puertas cerradas, y sin público.
El resultado, por ahora, es incierto. Cosas del fútbol.