viernes, 25 de abril de 2008

La importancia de llamarse Fernández

El apellido Fernández se trata de una derivación del nombre propio Hernando o Fernando, cuna y origen de Fernández o Hernández. Identificar al primero que usó este apellido es prácticamente imposible. No lo es, sin embargo, localizar el origen de las familias que en distintas regiones irían creando las líneas que difundieron el apellido.
Debe hacerse constar que, en un principio, los apellidos Hernández y Fernández se confundieron entre sí y así pueden encontrarse personajes históricos que se les denomina indistintamente Fernández o Hernández.
Esto ocurre con la figura del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba. Si se consulta una enciclopedia se verá que constando Fernández de Córdoba, se añade "Véase Hernández de Córdoba". Es difícil desligar los dos apellidos y encontrar el origen de Hernández. Ambos, Hernández y Fernández tienen su origen en el nombre propio Ferrán, que significa esforzado guerrero, derivación de la palabra céltica "Har", traducida por "guerra" y "poder". Partiendo de Ferrán o Hernán, se derivan Fernando y Fernández y Hernando y Hernández. En catalán se conserva igual a su origen, Ferrán, nombre que en castellano se convierte en Fernando. Es posible que el apellido Fernández (o Hernández) fueran tomados del rey Fernando.
El apellido se ha distinguido en todas las actividades del ser humano: Bellas Artes, en la Medicina, Literatura, Química. Física, Religión y en la Milicia.
Muchos conquistadores españoles llevaron el apellido Fernández o Hernández. Hay quien les acusa de duros, crueles y avariciosos. Lamentablemente, es cierto en algunos casos. Pero los historiadores están de acuerdo en que los hubo tan dignos y leales como Hernando de Soto (aquí encontramos el patronímico de Hernández) que no sólo pasaba largos ratos acompañando al inca Atahualpa, prisionero de Pizarro, sino que llegó incluso a enseñar a jugar al ajedrez al desventurado Emperador y se opuso, aun sin éxito, a que Pizarro le hiciere ejecutar.