Camas
Dice Podeti: "Durante el siglo XIX, en nuestro país, las camas eran más cortitas; por un lado. porque la gente era más pequeña, y por otro, porque la gente dormía semi-sentada, ya que existía la creencia de que dormir acostado podía acarrear la muerte".
Por otra parte, según el trabajo de Miguel Arroyo, puede sorprendernos que el acto de dormir era más "comunitario" y menos íntimo en la antigüedad.
Uno del siglo XV prescribía lo siguiente:
"Si ocurre que por la noche o en cualquier otro momento tienes que acostarte con una persona de rango superior, pregúntale qué lado de la cama le gusta más y acuéstate tú en el otro lado para dar prueba de tu educación. Una vez en la cama, estas son las reglas de cortesía que debes seguir: estírate y mantén rectas las piernas y los brazos. Cuando hayáis hablado todo lo que queréis, dale las buenas noches"
Otro del XVIII, con más gravedad, indicaba:
"Cuando en un viaje tengamos que acostarnos con una persona del mismo sexo, no conviene acercarse tanto que podamos molestar al otro, o incluso tocarle; aún peor es meter las piernas entre las de la otra persona." -.