jueves, 18 de octubre de 2007

Una de Piratas

Ante la confusión que se hace de los términos, debo indicar que Hipólito Bouchard no era pirata, sino corsario.
La piratería consistía en una embarcación privada que atacaba a otras, de cualquier nacionalidad y en cualquier lugar, con el objetivo de robar sus propiedades, apoderarse de las naves y a veces esclavizar a sus tripulantes. Lo hacían en beneficio propio.
Navegaban bajo su propia bandera, y no cumplían ninguna ley internacional. En general eran considerados criminales, y su destino si eran atrapados era la horca.
Los corsarios, en cambio, recibían una "patente de corso", es decir, la autorización formal de un gobierno para atacar las naves de los países con los que se encontraban en guerra.
Navegaban bajo la bandera del país que les daba patente, respetaban las leyes internacionales (aún para la guerra existen leyes), no asesinaban ni esclavizaban a sus víctimas, y el fruto de sus capturas era para el país que los mandaba, quien le pagaba un porcentaje de las utilidades.
Si eran capturados, se los trataba como prisioneros de guerra.
Eran en definitiva, una "armada privatizada".
Otro corsario argentino fue Juan Bautista Azopardo (maltés de origen, y uno de los creadores de la armada argentina), quien navegaba a bordo de la goleta "Mosca de Buenos Aires".
Hubo varias mujeres corsario, tales como Jeanne de Montfort, Jeanne de Clisson y Julienne David.
En general se habla de los piratas en pasado, cuando actualmente existen en muchas zonas: costas de Venezuela, Pacífico Sur y sobre todo en el océano Índico, donde atacan a barcos de carga y aún yates de placer con lanchas rápidas, armadas con ametralladoras en cubierta.