lunes, 7 de abril de 2008

Ciclos históricos

A raíz de la nota publicada por Daniel Muchnik "Italia y España en dificultades":
Bueno, si hay algo que nos ha enseñado la Historia, es la existencia de ciclos.
Nada -ni nadie- ha durado para siempre. Imperios, repúblicas y reinos que llevaban la voz cantante en el orbe y parecían erigirse en los rectores perpetuos de los destinos mundiales, nacieron, se desarrollaron, tuvieron su esplendor, y se extinguieron. Tal vez no como países, pero sí como líderes.
En algunos casos, fueron procesos fulminantes; en otros, un largo languidecer.
Si tomamos como ejemplo a España, veremos un país que por los recursos naturales con los que cuenta, y la idiosincrasia de sus habitantes, estaba destinado a ser el vagón de cola de Europa.
De hecho, mucho tiempo fue así. Sin embargo las circunstancias históricas, y un poco de buena suerte, la han mantenido ahí, a dos aguas, rogando porque no hagan olas, porque con cada ola, el agua les pasa por encima.
Ni siquiera el descubrimiento de América, con la fenomenal transferencia de riqueza de un continente a otro, les sirvió para establecerse definitivamente como líder europeo.
De hecho, sus habitantes fueron expulsados del país en distintas oportunidades, en algunos casos por hambre, en otros por cuestiones políticas, produciendo una diáspora cuyo destino mayoritario (aunque no único) fue latinoamérica.
Bueno, como todos sabemos, luego el fenómeno se revirtió y en los últimos años, la corriente migratoria invirtió su sentido.
Pero lo que nadie puede negar, es que este estado de cosas, en un tiempo indeterminado, volverá a cambiar.
Ya sea por cuestiones climáticas, sociales, ecológicas o económicas, los españoles (así como varias otras comunidades) volverán a hacer el camino hacia las américas, y tal vez, hacia Asia.
Debo avisar, que a diferencia de otros comentaristas, esta decadencia europea no me agrada, ni la deseo.
La presencia de empresas españolas en nuestro país, es muy grande, y el impacto de una eventual hecatombre allá, será notable acá.
El hecho de que vuelvan oleadas de familias (y no como turistas, sinó como emigrantes) precarizarán aún más nuestro frágil mercado laboral. Y ya sabemos como somos: si hay que elegir un gerente de ventas, o a un especialista en márketing, elegiremos un europeo, y no a un jujeño. Este odioso ejemplo, no es inventado: lo hemos vivido innumerables veces.
Y ni hablar si esto significa que ya no podremos exportarles nuestras carnes y granos (retenciones incluídas).
Argentina se formó, y llegó hasta el lugar donde está, en gran parte gracias al aporte de los inmigrantes. Habrá que ver si queremos que nos pase de nuevo.
En definitiva, roguemos a quien cada uno crea con verdadero poder, por la salud económica y social de Europa, el mayor tiempo que puedan aguantar. Porque sinó, estamos fritos.